"Nunca es tarde para escribir un poema" (T.L.)

Esas fueron sus palabras y desde entonces las he puesto en práctica cada vez que he necesitado respirar algo que no fuese simple aire, siempre que el alma se me ha escapado en cada aliento.
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jueves, 17 de abril de 2008

La Plaza

Herida por el tiempo y los grafitti
en su piel las huellas de otras pieles,
vacíos los bancos de mamás despreocupadas,
de intercambio de cromos, de abuelos de bastón.
La miro con nostalgia de niña con patines,
de tardes de comba y pan con nocilla,
de juegos de piratas, de charlas con amigos,
de aquel vecino guapo, de besos en la esquina
y a la luz de la farola del adulto clandestino.
Buscando el árbol que más que sombra era cobijo,
me siento en el banco de piedra, portería de niño,
coche de carreras, cueva de bandidos,
cárcel para ladrones, decorado de cine.
Nos miro a las dos, unidas por el tiempo y el espacio,
aunque cambiadas, seguimos en el mismo sitio.