Tuerce el tiempo
los barrotes de los días,
los alarga a su antojo
o no, quién sabe.
Es posible que resistan
indemnes las tormentas
e invasiones
convertidos en poemas
o en tulipanes.
Con cada dolor de cabeza
se estrena un verso,
azul casi siempre
como las lágrimas
y los peces.
"Nunca es tarde para escribir un poema" (T.L.)
Esas fueron sus palabras y desde entonces las he puesto en práctica cada vez que he necesitado respirar algo que no fuese simple aire, siempre que el alma se me ha escapado en cada aliento.
.
.
.
.
.
.
.
.
jueves, 14 de marzo de 2013
S/t.
Olvido
Lo difícil no es pasar página,
apenas un gesto simple;
lo que cuesta es olvidar su contenido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)