Esta noche le han robado una hora al tiempo.
¿Quién puede?
¿Quién corta un trozo de mi vida impunemente?
¿En nombre de qué bien común?
Esa hora que ya no viviré
y que generosamente me devolverá el otoño,
la quiero ahora, hoy.
Es en este momento cuando la espero,
cuando necesito todos mis minutos,
cuando deseo vivir cada instante,
cuando quiero paladear mi tiempo,
el poco tiempo que tengo,
sorbo a sorbo contigo.
Es ahora, cuando podrías estar a mi lado.
La noche del 29 al 30 de marzo nos robaron una hora,
no tienen ni idea de que se pierde mucho más que eso.
Mucho más que tiempo, que espacio entre marca y
marca de un reloj.
¿Qué sería de La Traviata sin su tercer acto?
¿O de la sinfonía nº 5 en Do sostenido de Mahler
sin su cuarto movimiento: el Adagietto?
6 Comentarios:
¡Ay! Gracias, Kitiara, por colgar el poema y que lo podamos disfrutrar... ¡Lo que vale una hora! Bufff, y un segundo.
El título muy apropiado y el poema, precioso.
Besos para empezar la semana. :)
Cada segundo puede ser una caricia,un estremecimiento, un beso, un gemido... cada segundo es vida, no digamos cada hora...
Ya estoy en busca de esa hora (le saco una cabeza a Proust). Prometo devolvértela sana y salva, con el depósito lleno. Necesitas tu banda sonora.
Esa hora hurtada, como una bóveda que encierra la cantidad de cosas que de ella van a saquear... Esos malsines hurtadores tendrían que responder y pagar por ello.
Un beso, Kit.
Ah, y gracias por incluirme aquí. Ha sido una agradable y acaso no merecida sorpresa.
Jamais
Estoy muy cerca, muy cerca de tus palabras
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