Necesito el silencio
que la lluvia no llegue
a rozar el suelo,
que se ahogue en la garganta
el rugir del viento
y que tu voz se borre
con cada aliento.
Necesito el silencio
que la lluvia no llegue
a rozar el suelo,
que se ahogue en la garganta
el rugir del viento
y que tu voz se borre
con cada aliento.
Hoy he leído un nuevo
libro.
Ciento tres páginas de vida
y hambre.
Un espejo,
una luz
encendida,
un trozo de pan con aceite
y sal.
Y el roce del terciopelo en las rodillas.
Hoy he acabado de leer
un libro.
Olía a canela, a miel y a desafío.
Un ovillo de lana
y una mujer
sonámbula
a punto de abalanzarse sobre
un nuevo libro.
No pienso pedir permiso
para abrirme al mundo.
Mi desnudo es mío, como mi piel
y mis pechos.
Amo y hablo y transito por los años
con la indolencia del calendario mudo.
Y pinto el lienzo de mi mirada libre
con osadía, desde el fondo.
Hasta el fondo.
Tú, que esperas el barro maleable entre
los dedos,
hallas aquí una roca azul con alas
y raíz de madreselva.
No
penso demanar permís
per
obrir-me al món.
La
meva nuesa és meva, com la meva pell
i
els meus pits.
Estimo
i parlo i transito pels anys
amb
la indolència del calendari mut.
I
pinto el llenç de la meva mirada lliure
amb
gosadia, des del fons.
Fins
al fons.
Tu,
que esperes el fang dúctil entre
els dits,
trobes
aquí una roca blava amb ales
i
arrel de lligabosc.