Mnemósine, diosa,
llévate el invierno,
las noches, los días,
quédate el recuerdo.
Te ofrezco el ayer, el mañana,
el resto del tiempo.
Roba mi memoria
y déjame los sueños.
"Nunca es tarde para escribir un poema" (T.L.)
Esas fueron sus palabras y desde entonces las he puesto en práctica cada vez que he necesitado respirar algo que no fuese simple aire, siempre que el alma se me ha escapado en cada aliento.
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4 Comentarios:
¿No eres demasiado generosa ofreciéndole también "el mañana"?.
Total, ¿para qué querrá ELLA tu mañana?.
Hazme caso: que se conforme con el ayer.
Si te pesa, te lo guardo en el baúl de plata.
¿Dónde mejor?
Besos, anónimo ;)
A veces, en invierno, nada parece gritar ni dolerse...
Lo ves, Anónimo?
Tenía que ofrecerle el mañana. ¿A quién si no? En el baúl de plata no cabía.
k.
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