Hierba, huele a verde,
huele a olivo y amapola,
a serenidad y brisa,
a sol quemando la piel.
Huele también a tristeza,
a la soledad de la tinta,
a la complicidad del papel
bajo las nubes.
"Nunca es tarde para escribir un poema" (T.L.)
Esas fueron sus palabras y desde entonces las he puesto en práctica cada vez que he necesitado respirar algo que no fuese simple aire, siempre que el alma se me ha escapado en cada aliento.
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1 Comentario:
Recuerda:
busca uno
y persigue muchos.
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