Y parafraseando a Umbral: ¡He venido aquí a hablar de mi
libro!
Pues eso, que yo también.
Os anuncié no hace mucho que en pocos días estaría a la
venta mi poemario "La Hora Bruja"
Ya ha llegado ese día. O casi. Aún no lo he visto, aún no lo
he tocado. Y no lo haré hasta dentro de una semana aproximadamente, aún no
existe físicamente pero, pero, pero, pero...ya está en el catálogo de Amazon y
en el de ArtGerust y ya mismo estará también en Fnac, el Corte Inglés, Agapea
y, claro está, en las tiendas
tradicionales.
Estoy contenta, la verdad, mucho. Se parece -remotamente
claro- a la sensación de haber tenido un hijo (ya sólo me falta lo del árbol) y
dada esa relación, os hablaré de la portada.
En su momento, hace mes y pico, me pasé un montón de horas
trabajando una imagen para la portada, era una fotografía que hice a un poblado
íbero a la hora del crepúsculo, casi, casi a punto de entrar en la hora bruja.
La preparé hasta que me gustó pero entonces, en el último momento, me di cuenta de que le faltaba algo. Una
parte muy importante de mí: mi princesa.
He dicho más de una vez que le debo la vida en todos los
sentidos (también el literal, sí) y no quería lanzarme a esta aventura sin
ella. Sabéis -lo he comentado alguna vez- que su pasión es la ilustración, la
pintura, el dibujo... pero no me daba tiempo a pedirle una ilustración para la portada. Además
habría sido algo forzado, poco natural. Entonces me acordé del mejor regalo que
me ha hecho nunca, un retrato mío que dibujó a sus trece años, y lo tuve claro:
había decidido ya en qué tonalidad quería la portada y contraportada, así que
sólo tuve que hacer unos pocos cambios en el dibujo, virar la tonalidad y...ahí
la tenéis.
La hora Bruja, ilustración de portada de Judith y poemas de...bueno, ahora ya sabéis todos
cómo se llama Kit :)