Desde el negro moteado de la noche
a la luz de las casas
y las calles de Dalmacia.
Y la lluvia
empapando las presencias silenciosas,
apagando la sed de las miradas
que la buscan.
Desde el polvo rojizo del desierto
a la superficie blanca
y caliente de Sonesta.
Y una hamaca
acogiendo dos tristezas abrazadas
en una única promesa que formulan
sin palabras.
a la luz de las casas
y las calles de Dalmacia.
Y la lluvia
empapando las presencias silenciosas,
apagando la sed de las miradas
que la buscan.
Desde el polvo rojizo del desierto
a la superficie blanca
y caliente de Sonesta.
Y una hamaca
acogiendo dos tristezas abrazadas
en una única promesa que formulan
sin palabras.
Me encantara leer tu comentario
Publicar un comentario