Ciclo
Brevemente
el alma se expande
por los espacios insondables
del silencio.
Como hiedra
que trepa decidida, tenaz
enraizándose en las paredes
de la piel.
En la danza
tempestuosa y profunda
de un mar de caderas y olas
imposibles.
Susurrando
el cálido aliento
que abrasa el recorrido que lleva
a una palabra.
Brevemente
el alma se expande
por los espacios insondables
del silencio.
Como hiedra
que trepa decidida, tenaz
enraizándose en las paredes
de la piel.
En la danza
tempestuosa y profunda
de un mar de caderas y olas
imposibles.
Susurrando
el cálido aliento
que abrasa el recorrido que lleva
a una palabra.
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