"Nunca es tarde para escribir un poema" (T.L.)

Esas fueron sus palabras y desde entonces las he puesto en práctica cada vez que he necesitado respirar algo que no fuese simple aire, siempre que el alma se me ha escapado en cada aliento.
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lunes, 28 de abril de 2008

Poema sin acabar

No tengo otra cosa
que unas manos manchadas de tinta
y una pluma rezumando palabras
y un motivo
para arañar con azul las blancas hojas
de mi libreta de tapas negras
que, como tú, siempre me acompaña.

Se llamaba "no vuelvas"

Nunca te dije
que pudieses conseguir
romper el mar y acuchillarlo,
subirte en el viento y escapar.
Deja de pensar
que cuando despiertes un día
la luz se fundirá en tus manos
y al mirarla veas la verdad.
Cuando caiga tu estrella,
cuando el mar te arrastre,
no vengas a buscar mis fuerzas
porque mis manos ya no estarán.
Intenté buscar
siempre en tu interior
y decidí que no importaba
si todo no iba perfectamente bien.
Me senté junto al mar
para ver cómo volabas
y supe que siempre irías buscando
nuevos caminos que recorrer.
Llegará por fin la noche
incluso el mar se secará
y tú volverás a buscar mis fuerzas
y mis manos ya no estarán.

(Versionando una canción
que yo misma escribí y canté hace muchos años
y hoy me ha apetecido rescatar
del baúl de las canciones dormidas)

domingo, 20 de abril de 2008

Raíces

Apoyada la vida en un bastón,
jugándose el futuro en cada carta,
aferrado a un equipaje de valor,
y con un as de bata blanca en una manga.

Yo soy tu sangre mi viejo
Soy tu silencio y tu tiempo
(Piero-Mi viejo)

sábado, 19 de abril de 2008

21 de abril

Se acerca la fecha:
casi cuarenta y cinco años
de escepticismo os contemplan
y aún estoy en mitad del proceso
de comprender el mundo.

De examinar uno a uno los deseos,
los anhelos, los caprichos, los amores,
los valores, los temores, las carencias,
las ausencias, las presencias, las esencias,
lo querido, lo sabido, lo aprendido,
lo olvidado, lo esperado, lo soñado.

En resumen, trabajo duro
para cuarenta y cinco años más.
Espero conservar la paciencia
para continuar el trabajo
y completar la otra mitad.


Fa vint anys que tinc vint anys.
Vint anys i encara tinc força,
i no tinc l'ànima morta,
i em sento bullir la sang.
Joan Manuel Serrat

jueves, 17 de abril de 2008

La Plaza

Herida por el tiempo y los grafitti
en su piel las huellas de otras pieles,
vacíos los bancos de mamás despreocupadas,
de intercambio de cromos, de abuelos de bastón.
La miro con nostalgia de niña con patines,
de tardes de comba y pan con nocilla,
de juegos de piratas, de charlas con amigos,
de aquel vecino guapo, de besos en la esquina
y a la luz de la farola del adulto clandestino.
Buscando el árbol que más que sombra era cobijo,
me siento en el banco de piedra, portería de niño,
coche de carreras, cueva de bandidos,
cárcel para ladrones, decorado de cine.
Nos miro a las dos, unidas por el tiempo y el espacio,
aunque cambiadas, seguimos en el mismo sitio.

domingo, 13 de abril de 2008

Condiciones

No espero promesas ni futuro
ni palabras con sabor a tiempo,
no quiero amor a plazo fijo
ni más eternidad que la de un beso.
Prefiero un corazón en efectivo,
un instante en común que sea ahora,
me vale con saber que tú me sabes
y que tu único contrato es con mi aliento.

lunes, 7 de abril de 2008

Adagietto

Esta noche le han robado una hora al tiempo.
¿Quién puede?
¿Quién corta un trozo de mi vida impunemente?
¿En nombre de qué bien común?
Esa hora que ya no viviré
y que generosamente me devolverá el otoño,
la quiero ahora, hoy.
Es en este momento cuando la espero,
cuando necesito todos mis minutos,
cuando deseo vivir cada instante,
cuando quiero paladear mi tiempo,
el poco tiempo que tengo,
sorbo a sorbo contigo.
Es ahora, cuando podrías estar a mi lado.

La noche del 29 al 30 de marzo nos robaron una hora,
no tienen ni idea de que se pierde mucho más que eso.
Mucho más que tiempo, que espacio entre marca y
marca de un reloj.
¿Qué sería de La Traviata sin su tercer acto?
¿O de la sinfonía nº 5 en Do sostenido de Mahler
sin su cuarto movimiento: el Adagietto?

martes, 1 de abril de 2008

Hora Bruja

Madrugada ya.
No sé si las dos o las tres, ni me importa,
sólo sé que empieza abril en las calles y en el alma.
Miente el viento, suena a invierno feroz
y grita entre los balcones y la ropa tendida
y le duele a los árboles de la plaza.
Aquí dentro tódo es plácido y tibio,
la noche de los lunes no es totalmente lunes
cuando construyo trincheras en tu pecho.
Cae la hora bruja y recuerdo tu promesa
de traerme el desayuno a la cama
en tus manos totalmente vacías.

(Esperando un nuevo ciclo,
como la luna)