Esperabas
y esperaba contigo cada esquina
y el recodo gris de las iglesias,
esperaban los paisajes amarillos
de los parques
y las luces de neón sobre las puertas
de los bares.
Esperabas
y te hacían compañía los amantes
apoyados en las puertas de las casas,
te acompañaban los lienzos que pintabas
por las tardes
y las fuentes y los adoquines fríos
de las calles.
Esperabas
como espera el que sabe lo que espera,
como espera el que sabe lo que llega...
Esperabas.
"Nunca es tarde para escribir un poema" (T.L.)
Esas fueron sus palabras y desde entonces las he puesto en práctica cada vez que he necesitado respirar algo que no fuese simple aire, siempre que el alma se me ha escapado en cada aliento.
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lunes, 5 de abril de 2010
A través del tiempo
Y también esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
(Ángel González)
Normativa
Debería estar prohibido
no sentir un abrazo
cada día de los días.
O podría, a lo mejor,
ser enfermedad diagnosticable
cuya cura se prescriba con receta:
"...se va usted a aplicar
un abrazo cada doce horas"
O quizá debiera ser
norma de obligado cumplimiento
como pagar los impuestos
o ejercer de padrino
o ganarse el pan a diario
con fecha fija
y de modo inexcusable.
Nocturno
Tras la ventana cruje la noche
con danzas de ropa tendida
al aire ruin
de la ciudad con tráfico.
No hay más poesía
que la respiración o el llanto
o el susurro de la madre
que conjura el halo oscuro
y el rechinar de las puertas.
Evoco las rutas
inventadas con los dedos
cuando sigo a la lluvia
en transparente procesión
por los cristales.
...y por debajo de las puertas,
entra la noche
(Caballero Bonald)
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