"Nunca es tarde para escribir un poema" (T.L.)

Esas fueron sus palabras y desde entonces las he puesto en práctica cada vez que he necesitado respirar algo que no fuese simple aire, siempre que el alma se me ha escapado en cada aliento.
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lunes, 15 de junio de 2009

El momento

No hay una historia,
no hay un tiempo fijo en este tiempo
que tiene nombre.
En este tiempo que tiene matiz y forma,
profundidad de océano
y olor a cercanía
tatuada sobre la piel de los teoremas.

¿Qué haremos ahora que vivimos
la caída hacia arriba, en pleno vuelo,
la locura del reloj de la memoria,
el abandono del miedo en los desvanes
y el equipaje de la edad en las esquinas?

Y sé que esta es la hora
que empuja a dormir en los poemas,
frágil descanso.
La hora de escribir certezas que son nosotros,
inevitable mezcla de alientos
con tacto de sábana recién lavada
y la promesa del mar en cada poro.


Ya sé que no es eterna la poesía,
pero sabe cambiar junto a nosotros.
(Luís García Montero-Garcilaso 1991)