"Nunca es tarde para escribir un poema" (T.L.)
Esas fueron sus palabras y desde entonces las he puesto en práctica cada vez que he necesitado respirar algo que no fuese simple aire, siempre que el alma se me ha escapado en cada aliento.
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Viajaré contigo
si tú haces parada
en el laberinto
que lleva a mi ombligo.
No veo ya nieve en las cumbres,
el sol me obliga a bajar la mirada,
se van de mi invierno las nubes,
y huele a mar en la distancia.
Lo bueno que tiene febrero
es que es tan corto
que duele menos.
Soy el paseante.
El paseante que se parece a las cuatro estaciones.
(Vicente Huidobro)