"Nunca es tarde para escribir un poema" (T.L.)

Esas fueron sus palabras y desde entonces las he puesto en práctica cada vez que he necesitado respirar algo que no fuese simple aire, siempre que el alma se me ha escapado en cada aliento.
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viernes, 6 de marzo de 2009

Desafío

Que no te importe, amor, el desafío
que te envío con mi voz en oleadas.
No tiene más peligro el viento
que ahora azota mi ventana,
ni el mar que llega ansioso
y besa el faro.
¿Quién mide la intensidad
del deseo?
¿Con qué escala se compara?
¿Dónde está el matiz preciso
que distingue el estallido de un beso
a otra boca que se inflama
de la explosión de un abrazo
o la erupción de tu vientre, pura lava?
Que no te importe, amor,
porque así lo siento.
Todo es fuego,
todo el aire se agita en llamaradas
furtivas,
clandestinas,
sin embargo, el alma se inmola
junto al cuerpo
feliz,
entregándose a la hoguera
y consciente
sabiendo que el viento es viento
porque insiste en su vuelo
y que el mar seguirá deseando
arrancar el faro.
Porque ese único empeño
es su forja,
el ansia de vida que les configura.
Desmesuradamente,
sosegadamente a la vez,
con extrema plenitud
decrece la intensidad
del oleaje
y la tormenta
detiene apenas su furia
de metal
para reafirmarse en su postura
y desafiar de nuevo al cielo.
Que no te importe, amor,
porque así lo siento.