"Nunca es tarde para escribir un poema" (T.L.)

Esas fueron sus palabras y desde entonces las he puesto en práctica cada vez que he necesitado respirar algo que no fuese simple aire, siempre que el alma se me ha escapado en cada aliento.
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sábado, 23 de febrero de 2008

Frío...

Qué negras sombras me obligan a huir despavorida,
dejando tras de mi jirones de mi alma, retazos de mis sueños.
Corriendo desnuda por una playa sin mar ni arena, ni cielo, ni algas.
Llorando lágrimas secas que desgarran mi piel a su paso.

Qué nubes de tormenta me anuncian un trago amargo,
un frío en las entrañas, cortante, dolor de látigo.
Llamando a cada puerta, mi puño ensangrentado e inútil, en fín, nada.
Cayendo de rodillas sobre el suelo pedregoso, estéril como el mañana.

Quién sepa decir que hable ahora, que me diga , que responda:
¿por qué la noche tan vacía de abrazos , con su abrazo me atenaza? ,
¿qué penumbra ciega el ojo, el corazón detiene y la encendida boca apaga?.

Y al final solo viento grís, que levanta barreras de polvo,
opacas, frías, gigantes, como torres de piedra.
Como mi miedo…

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